Pensar y ser ¿Es lo mismo? Estos últimos días me han ocurrido cosas, situaciones he hablado con amigos que si no les pasa una cosa les pasan otras. ¿Son felices, pueden serlo?
Cuando todo viene de rodado, somos felices, creemos que somos felices. Pensar en la felicidad no es lo mismo que sentirla, pensar que con dinero seriamos más felices no es cierto, porque quien no es feliz con poco tampoco lo será con mucho.
La felicidad es un pensamiento abstracto que tenemos aquello que no estamos conforme con nosotros mismos, esa es la primera piedra que nos encontramos por el camino.
¿El pensar es una acción que le pertenece a la mente, la mente?, quien es la mente para decir si soy feliz.
¿La felicidad no son emociones, porque dejamos a veces que nuestra mente piense por nuestro corazón?
Pensar en la felicidad es absurdo, porque nada bueno sacaremos de ello. La felicidad se siente.
Creer que las circunstancias, las malas circunstancias, que nos rodean pueden quitarnos la felicidad, forma parte de nuestra decisión a vivir a tope o no.
Es posible que hayas discutido con alguien a quien quieres con el alma y pienses que la felicidad se va por la borda porque tu vida cada día se complica más, pero ese abrazo que te da alguien para consolarte, esa mirada de alguien que te dice sin hablar, “estoy aquí contigo”, esas palabras de ánimo o incluso ese silencio que hace que puedas gritar , llorar o maldecir lo más grande, eso, eso te hace también sentirte feliz, por eso pensar que no lo eres solo es una trampa que pone nuestra mente para controlarnos, pensar mucho no es bueno.
No os dejéis engañar por vuestra mente cuando os diga que no sois felices, ella no tiene el poder de ser vuestro corazón, vuestra alma. Intentar darle la importancia que tiene cada cosa en su justa medida.
Las decisiones que toméis, esas sí que forman parte de la mente. Las decisiones no nos pueden dar miedo, no nos pueden parar.
Ellas tampoco nos darán la felicidad, porque solo seremos felices cuando dejemos de buscarla dentro de nuestra cabeza. Una decisión te puede quitar el sueño uno, dos días, pero no una eternidad, porque a quien duerme a tu lado le preocupa verte así. Quien está a tu lado mierda.
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